Declaración sobre Honduras
En el Nombre y en la Autoridad de Aquel de quien dice la Palabra:
“Que Dios le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra.”
(Filipenses 2:9-10)
Que toda cadena de atadura, esclavitud, opresión y maldición
que ha estado sobre esta nación, a partir del nombre con el que fue llamada Honduras,
es rota, quebrantada y desmenuzada por el poder de Aquel que es la Palabra,
Nuestro Dios y Señor Jesucristo.
Declaramos, que: Por Su Poder y Autoridad,
“ha anulado el acta de los decretos que había contra nosotros,
que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
y despojando a los principados y a las potestades,
los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”
(Colosenses 2:14-15)
Por tanto, Honduras,
Hoy te declaramos libre, soberana e independiente,
de todo poder de opresión, de toda herencia
y legado de ruina, pobreza y destrucción.
Y, en la Autoridad de Aquel que nos dijo:
“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones,
y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.”
(Lucas 10:19)
Ponemos nuestros pies sobre todo dominio del maligno en nuestra nación,
declarándola posesión, conquista, herencia y bendición de nosotros, el pueblo de Dios,
echando fuera todo poder y dominio que ha estado sobre nuestro pueblo,
nuestra tierra y nuestra historia.
Honduras, herencia nuestra,
te bendecimos,
en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo.